jueves, 10 de noviembre de 2016

Ingeniería Social

El otro día, echando un vistazo al libro de filosofía de COU que todavía hoy me siento incapaz de “leer” comprensivamente, me entretuve en Compte, que hablaba o proponía o tenía esperanzas de que algún día hubiera una “ingeniería social”, es decir, un estudio de la sociología como ciencia empírica, en la que se aplicaran fórmulas para analizar y sacar conclusiones y establecer direcciones. No sé si basado en eso estaba la saga aquella de Isaac Asimov que se llamaba Las Fundaciones, en donde el tío venía a proponer una sociedad que preveía los sucesos del futuro y trataba de corregir deficiencias dirigiendo el rumbo de la sociedad en un sentido u otro. Algo de eso nos falta, me parece a mí. Ya está bien de política circunstancial, dirigida por intereses mezquinos y zafios, es decir, intereses particulares, “dinero, casi siempre”, en los que nos embarcan a todos bajo el indiscutible, e indefinido o pervertido, paraguas de la democracia.
Sin hacer alardes de erudito, nada más alejado de mi humilde persona, tengo para mí que el gran cambio que hubo desde el siglo dieciocho al siglo diecinueve, la abolición de un sistema de sociedad, estuvo marcado por dos guerras, en cierta medida mundiales, aunque con epicentro en Europa, me refiero a la Revolución Francesa y a las invasiones Napoleónicas. Tras eso, el mundo tomó un nuevo rumbo, al menos hubo un cambio significativo de la configuración de nuestras sociedades. Lo mismo ocurrió al comienzo del siglo XX, con la primera y la segunda guerras mundiales. Y ahora estamos en el siglo XXI, donde, todavía, tocamos madera, no se ha desatado el caos físico, aunque el caos metafísico ya hace tiempo que lo tenemos aquí. Si no queremos entender las guerras en oriente medio como la primera parte de esta, al parecer costumbre humana de no mover ficha hasta que no hayamos cometido las mayores barbaridades de que seamos capaces, para luego arrepentirnos,  darnos golpes de pecho y jurar por todos los demonios, como en aquellas primeras borracheras descontroladas de nuestra juventud, que nunca más.


5 comentarios:

  1. No estoy muy de acuerdo que tras las guerras napoleónicas el mundo tomase un nuevo rumbo; el mundo cambió; sin duda; pero bailando la yenka, un paso en un sentido y dos en el contrario; casí un movimiento browniano. Hasta llegar a la primera guerra mundial hubo además multiples conflictos y cambios: una miriada de revoluciones liberales y sus contrarevoluciones correspondientes; la emancipación de prácticamente todo un continente; una amarga sucesión de guerras franco-germanas; la creación de nuevas naciones e incluso imperios, la decadencia y desaparición de otros; la inclusión del Extremo Oriente en el devenir histórico común de lo que llamamos ahora Occidente; el desarrollo del colonialismo; no una sino varias microrevoluciones científicas; el cambio y nacimiento de ideas religiosas y filosóficas; ...

    Y las sociedades mientras tanto dieron bandazos de un lado a otro de manera bastante impredecible. Gracias a ello surge el género literario de las "historias alternativas".

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  2. No estoy en disposición cultural de disentir, pero yo creo que lo que tú haces es aproximarte al detalle. Yo miro con los ojos entrecerrados, a bulto, y percibo que las guerras napoleónicas remataron lo que empezó con la revolución francesa. Y que la primera y segunda guerra mundial remataron aproximadamente unos sistemas políticos (zares, emperadores, líderes carismáticos onmímodos). Por supuesto que entre medias ocurrieron multitud de otras cosas, y por supuesto que si vamos al detalle, aquí y allí no ocurrieron esos cambios, y allí pasó esto y aquí estotro. No obstante es una opinión sin aval la mía, una mera impresión. Sirva para lo que sirva.

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  3. Exacto, y al aproximarme al detalle no veo que el cambio de rumbo estuviera claramente marcado por los hitos que dices. Podríamos de la misma forma marcar el comienzo del cambio del "antiguo regimen" con la guerra de independencia de EEUU, anterior a la revolución francesa, o a los comienzos de la revolución industrial, que es posterior. Veo dificil la localización de "hitos", ya que mirado en detalle todo parece bastante más aleatorio y la historia que fue, también pudo muy bien haber sido otra.
    También reconozco que la mía es tan sólo otra opinión, sólo una más.

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  4. Por cierto, quiero destacar que el "antiguo regimen" pervivió en Rusia hasta la Revolución Rusa; y no se puede negar la importancia de la misma para evolución posterior del mundo. Es dificil encontrar sucesos posteriores que de una forma u otra no estén influenciados, y a veces directamente provocados, por esa revolución, hasta el desmembramiento de la URSS y la actual era de conflictos.

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  5. Celebro la imagen de las primeras borracheras. El bloguero siempre se da golpes en el pecho, según tengo entendido.

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