jueves, 1 de septiembre de 2016

Y si

¿Y si esas desapariciones misteriosas de personas de las que nunca más se vuelve a saber se deben a que, por simple azar, por que sí o por causas tan ramificadamente complejas que resultan imposible de rastrear hasta un origen, todas y cada una de las partículas elementales, atómicas, que la componen sufren una repentina mutación que hace que en vez de sentir la fuerza gravitatoria como atractiva la sientan como repulsiva por lo cual esas personas serían expulsadas de la Tierra y lanzadas al espacio exterior  en donde sus cuerpos inertes se proyectarían fuera del sistema planetario debido al empuje de la fuerza gravitaroria del sol y luego, debido a la conjunción de fuerzas gravitatorias de estrellas y planetas que se irían encontrando, vagarían de un lugar a otro hasta ser expulsados completamente del universo? ¿eh?

5 comentarios:

  1. Qué sería de la fantasía si la dejásemos en un cuarto a solas con la navaja de Occam.

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  2. Con perdón del resto de comentaristas de este blog: es el mejor comentario que he leído, y no solo en este blog, en años.

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  3. Hasta ahora nunca se ha documentado que eso que propones haya pasado; si alguna vez se logra documentar, no habrá más remedio que revisar todo lo que creíamos conocer sobre física, y buscar la forma de encajar el nuevo hecho en el módelo con el que describimos lo que creemos conocer sobre la naturaleza (esa es la diferencia entre ciencia y religión, los dogmas de la ciencia no se pueden resistir a la realidad). Mientras no se haya constatado, esa posibilidad no deja de ser una elucubración fantástica. Pero tampoco deja de ser un hecho con un cierto toque irreal que de repente desaparezcan personas sin que haya el menor rastro de lo que les ha pasado. ¿Tal vez sea un síntoma del desinterés creciente que sentimos los unos por los otros?

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  4. Sin poner en cuestión que ese desinterés existe, y sin entrar a discutir las posibilidades de demostración de mi hipótesis, yo creo que esas supuestas desapariciones sin dejar el menor rastro, o más bien la impresión sobrenatural que nos dejan, es, naturalmente, el vapor en que nos envuelve la construcción literaria con que son descritas, que se desvanece al contacto de la más mínima evidencia, un rastro de sangre, signos de violencia, padres excesivamente cariñosos o hijos no tan protectores. En efecto, el desinterés hace que una vez que leamos los titulares, omitamos leer el artículo o hacer un seguimiento de la historia, con lo cual nos quedamos aturdidos con el vapor del titular sin recibir la benéfica aireación de mundanas explicaciones.... dios, cada vez me vuelvo más pedante. Saludos, tú.

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    1. Me viene a la cabeza la desaparición de dos ancianos en Guanarteme hace algún tiempo. Fue como si se hubieran volatilizado, se sabe de ellos hasta un determinado momento, a partir de ahí, nada.

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