viernes, 17 de junio de 2016

Propuesta Radical

Creo que tenemos una opinión como individuos y una opinión diferente como masa. Es decir, nuestras consideraciones difieren cuando estamos solos de cuando estamos acompañados. Incluso, estando acompañados, depende, nuestra opinión, de cuál sea la compañía. Y no significa que elaboremos una opinión cuando estemos solos que cambiamos cuando estemos acompañados, sino que tenemos dos, o más, opiniones simultáneas sobre la misma cosa y en ambas creemos con cierta firmeza aunque tengan sentido contrario. Por eso se dice por ahí que aunque las masas están hechas por individuos no son los individuos los que forjan las masas. La masa se forja a sí misma incluso en contra de los individuos.
 El ejemplo es que muy poca gente, no hay más que preguntar por ahí, se siente solidaria con el pensar de las mayorías. Para cualquier persona, es la «gente» la culpable de los males del mundo. Su colilla arrojada a la calle es de tal insignificancia que no cree que él forme parte de esa mayoría que llena nuestras calles de colillas. Y cuando se lo haces notar te replican que ellos siempre arrojan su colilla a la papelera, pero que esta vez ha sido una excepción. Eso me lleva a pensar que lo que llamamos «mal» en el mundo (mal en sentido lato, desde arrojar una colilla al suelo hasta asesinar a una familia a hachazos) se debe, simplemente, a una acumulación de excepciones. La divulgación de estas excepciones, que por alguna razón resultan ser más noticiables que la divulgación de los actos felices de la humanidad, que siempre resultan ridículos, o anodinos, es lo que provoca que todos sintamos hacia todos los demás una desconfianza permanente. Esta desconfianza es la que nos hace mantenernos en guardia o, peor aún, actuar preventivamente para adelantarnos a las siniestras intenciones del otro. Es un círculo vicioso que se ve alimentado por las, en este caso manifiestamente intencionadas, malas prácticas de los medios de comunicación de masas.

Como propuesta radical de revolución mundial propongo el control de los medios de comunicación por parte de una comisión o «poder» del estado –legislativo, ejecutivo, judicial y comunicativo– (el famoso cuarto poder que ya no es cuarto, porque todos son prácticamente uno solo) que estaría compuesta de profesionales de alta cualificación (psicólogos, educadores, científicos, leguleyos, expertos en medios de comunicación, etc)  y se encargaría de gestionar los contenidos de los medios, los cuales estarían sujetos, bajo pena de ser despojados de las competencias de emisión, a sus estrictas normativas.
Estoy seguro de que un sistema como este permitiría reorientar a las sociedades en unidades previsibles de tiempo, creando una sociedad, como mínimo, mas educada, más crítica; pero también  ayudaría a fomentar objetivos comunes. Dado el estancamiento actual de nuestra sociedad, es necesario buscar alguna manera de generar un cierto magnetismo que reoriente las partículas sociales en una dirección común, solo eso podrá mover a una sociedad y esto solo lo pueden lograr los medios de comunicación.

 Por supuesto que se trata de un arma poderosísima que puede tanto encaminar a nuestra sociedad hacia la salvación como hacia la destrucción. Si resulta que es la destrucción, entonces será, simplemente, que hemos fallado como experimento del universo, y habrá que confiar que, en los otros posibles lugares del universo donde haya surgido la vida, las cosas hayan salido de otra manera. 

20 comentarios:

  1. Que quede registro de esa gran consigna: "El Mal no es más que una acumulación de excepciones".

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  2. Ayer precisamente, en una serie oí esta cita:

    Es propio de los necios ver los vicios ajenos y olvidar los propios.

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  3. Ese control que citas ya existe de facto, al menos en España, y comprendiendo a la mayoría de los medios de comunicación escritos, radiofónicos y televisivos. No va encaminado a mejorar la sociedad, sino a adoctrinar a esta un una determinada forma de pensar encaminada a preservar los bienes, prerrogativas y privilegios de una determinada clase social.

    Como ejemplo muy bestía te ofrecería que los medios de comunicación siempre se encargan de especificar la cantidad de niños muertos provocados por el ejercito del gobierno sirio, pero que nunca se preocupa de estas nimiedades cuando los niños muertos los provoca los misiles de la OTAN.

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    1. En efecto, hay un control implícito, de auto defensa de los propios valores o poderes, en realidad, que dominan nuestra sociedad. ... me acabo de dar cuenta de que estoy abogando por una sociedad dirigida, un sistema que "oriente las partículas en una misma dirección" es la famosa "Unidad de Destino en lo Universal", pero con mi alma cándida pensando en la bondad y el bien, y planteando crear tal sociedad desde la educación y no desde el matar a todos los que no piensen como nosotros que está implícito, si no en la ideología, sí en las actuaciones fascistas.
      Al final siempre llegamos al mismo punto, mientras sigamos siendo seres humanos esto no hay quien lo arregle. (el otro día me atreví a corregir, mentalmente, el cartelito de los comunistas: "Sin Revolución no hay Cambio" por "Sin cambio no hay revolución", claro que yo me refiero al ser humano.

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    2. Tu planteas controlar los medios de comunicación para educar a la población orientando a la misma hacia una homogeneidad que al mismo tiempo la mejore. Yo desconfio de ese control, creo lo contrario, hay que fomentar la heterodoxia y la individualidad para mejorar la sociedad. Hay que ir hacia una verdadera libertad de los medios de comunicación; libertad que ahora mismo no existe. Hay que fomentar no sólo la diferencia, sino la conciencia crítica de la propia diferencia, y en qué medida nuestra diferencia debe respetar las diferencias de los demás. Todos somos buenos y malos al mismo tiempo, y es preferible saberlo y crear el sentido moral de que a pesar de ser malos tenemos la capacidad individual de si no ser buenos al menos ser menos malos mediante nuestras pequeñas elecciones morales.

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    3. En realidad mi objetivo es ese que describes. Mi propuesta de intervención de los medios es el medio para conseguirlo. Porque los medios concebidos como meros recursos económicos nos llevan a esta distorsión y a esta manipulación descarada hacia los intereses económicos dominantes. Está clara la potencialidad de los medios para influir en la población, y los medios económicos y políticos (a turno) lo están haciendo. La idea de una Comisión o auténtico Cuarto Poder que genere directrices sobre su uso correcto, no me parece utópica. Evidentemente no pretendo que eso sea la solución, pero sí me parece que sería un pequeño avance.

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  4. Yo apostaría por cambiar "necios" por "humanos". Esencialmente porque a todos nos pasa que lo que en otros calificamos de mala intención en nosotros lo percibimos perfectamente justificado, por las circunstancias, por las necesidades, hasta por el destino. Habría que pensar cómo seríamos, así, a nivel de conjunto, si esto no fuera así. En plan experimental, un par de generaciones que sean educados desde la más tierna infancia hasta la adolescencia en empatía, en tratar de comprender al otro a partir de uno mismo, sería interesante. Una especie de ingeniería social.

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    2. Coincido totalmente en tu apuesta; y sí sería muy interesante el experimento que planteas.

      Aunque no tiene nada que ver yo planteo otro; en un mundo donde los roles de sexo se hubieran reducido al mínimo indispensable por los condicionantes biológicos, donde no hubiera formas de ser mujer u hombre distintas, sino que sólo se fuera humano, ¿aparecería el fenómeno de la transexualidad?

      Observa, que en mi planteamiento no considero la transexualidad como una cuestión sexual, sino cómo el deseo o necesidad de asumir un rol distinto al que la sociedad establece en un principio que debemos tener; de ahí mi pregunta.

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    3. Sí lo creo. Creo que existe una "mentalidad" de hombre y una "mentalidad" de mujer. Tal vez me engaño porque evidentemente la influencia cultural es mucha, pero en mi experiencia cotidiana distingo (no categóricamente, claro, sino a rasgos generales) esas dos mentalidades. Otra cosa es la práctica sexual. Creo que el ser humano tiende hacia una práctica sexual indiferenciada de géneros, un totum revolutum que solo se especificaría cuando hubiera intención de procreación.

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    4. No puedo negar que en el mundo en que ambos vivimos existen o creo que existen esas dos "mentalidades" que propones. Pero no está clara si esas "mentalidades" son causa o consecuencia de los "roles" que la sociedad asigna en función de que haya nacido con un tipo u otro de genitales.

      Inciso curioso, la sociedad no tiene un "rol" definido para aquellos que nacen con ambos tipos de genitales simultaneamente; son muy pocas personas, pero las hay; la sociedad no sabe que hacer con ellos; sin embargo, si que tiene asumido que si se cambia quirúrgicamente de genitales, se tiene que cambiar de "rol".

      Siendo muy bruto, y qué me perdonen todos los transexuales del mundo, me es díficil comprender la transexualidad en si más allá de la modificación corporal para asumir el rol que no nos "tocaba", para mi tan incomprensible como injertarse un rabo para poder maullar como un gato. Lo vuelvo a decir, que me perdonen todos los transexuales del mundo, no pretendo demonizar ni censurar su elección, simplemente no la comprendo, y me pregunto si no es en el fondo una "construcción" social debida a nuestra clara y rígidad diferenciación de roles.

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    5. Otra cuestión, si fuera posible el experimento que propongo y el resultado fuera que sigue apareciendo el fenómeno de la transexualidad, la consecuencia inmediata es que hombres y mujeres somos "esencialmente" distintos más allá de las diferencias biológicas y las asignadas por la sociedad, y tengo problemas, llamalos ideológicos si quieres, para aceptar esta diferencia de "esencias".

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    6. En cualquier caso, es en esta sociedad en la que tienen que vivir, y esa simple modificación sexual los hacer, como mínimo, creer que han recuperado una cierta "normalidad".
      Ahora mismo, el experimento que mencionas de reducir al mínimo el rol de género se puede hacer en internet. Ahora mismo yo no sé si tú eres masculino o femenino si no te lo pregunto y en cualquier caso tu puedes responderme lo que te de la santa gana. Se podría hacer un experimento en el cual después de hablar un rato con otra persona via mensajes, uno respondiera a la pregunta: hombre o mujer. Lo mismo descubriríamos muchos tópicos acerca de ese rol.

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  5. Es cierto, es en esta sociedad donde tiene que vivir, y en esta sociedad la modificación del cuerpo les permite alcanzar esa "normalidad", no cuestiono eso, pero precisamente la cuestión es si la transexualidad es una "construcción" social, en este caso una construcción de nuestra sociedad (también de otras naturalmente).

    Disiento, Internet no es el mundo, es poco más que un juego, un patio de recreo si se quiere. Asumir un rol en Internet no es lo mismo que vivirlo, es más bien como representarlo en un escenario. En cuanto a roles en las sociedades, yo no soy antropologo, pero no tengo conocimiento de sociedades donde no existan los roles "hombre" y "mujer". No me pronuncio sobre la necesidad de que exista esta diferenciación en los roles o si sólo es algo que nos ha llegado desde las brumas de los más remotos tiempos. No lo sé. Me gustaría pensar que no es necesario, que sólo es otra "tradición", pero no tengo argumentos para afirmar que lo que me gusta es.

    El experimento que mencionas me parece interesante, pero sobre todo me parecen interesantes las preguntas y la interpretación de las respuestas para asignar el rol, dice mucho de cómo definimos cada rol. Y sí, puede que se descubrieran cosas que no esperabamos.

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  6. Y YO ME DIGO. ¿Por qué dudas de que haya una diferencia "esencial" entre el hombre y la mujer? ¿Por qué no se te ocurre dudar, por ejemplo, que esa homogeneidad aparente que nos hace sospechar que no haya diferencia "esencial" entre hombre y mujer sea precisamente la construcción cultural? Porque lo que no podemos negar es que hay diferencias fisiológicas entre hombres y mujeres, sus cuerpos son diferentes, tienen organismos internos diferentes, segregan diferentes tipos de hormonas, y tienen funciones reproductoras diferentes, ¿por qué no van a tener un comportamiento diferente, un modo de pensar diferente? Es absurdo creer que con todas esas diferencias,sea precisamente la mental, es decir, la que no existe, la que es una construcción cultural, la que te convenza de que no hay diferencia esencial entre hombres y mujeres.

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  7. Las diferencias fisiológicas existen, eso es innegable. Todos los humanos del planeta presentamos diferencias fisiológicas relacionadas con nuestro sexo.

    La diferencia mental está fundada sobre la premisa de que hay una forma de ser "hombre" y otra de ser "mujer"; ambas formas muy fundadas en la manera de percibir el mundo, relacionarse con él, y el comportamiento en su seno que tiene rasgos distintivos entre hombres y mujeres. Y aquí es donde encuentro el problema, estas formas de ser hombres y mujeres no son universales, son dependientes de la sociedad en que se viva. Al igual que uno duda de Dios al ver que hay muchos tipos de dioses según la sociedad que los reconoce, y creo que en casi todas hay Dios; de igual forma dudo de esa diferencia esencial entre ser "hombre" y "mujer" a pesar que no conozco ninguna sociedad donde no se establezca dicha diferencia.

    Evidentemente este es un argumento personal, y la pregunta que haces es pertinente; ¿por qué dudar de una cosa y no de la otra?. Por eso presento mi razonamiento en forma de duda, y no de afirmación. No creo que esa diferencia exista, pero no creo que pueda afirmar taxativamente esa creencia. Sería interesante que hubiera un camino claro para determinar la cuestión, pero por el momento sólo existen argumentos para entablar juegos dialécticos cómo el que hemos estado compartiendo.

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    1. Fíjate la casualidad que se me ha dado sobre este asunto: estos días he estado escribiendo -sin publicar- unos textos con intención de prospectiva futurista donde me planteo una sociedad en la que el cuerpo es intercambiable, es decir, que puedo cambiar de cuerpo como de ropa (poco más o menos). En una sociedad así es obvio que los roles sexuales no tendrían más importancia que... eso, la ropa. Todos serían individuos, simplemente. Y si de alguna manera hubiera una diferenciación "esencial", de todas maneras se terminaría por extraviar al menos en aquellos que mudaran de cuerpo con más frecuencia.

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    2. quiero decir, que mudaran de cuerpo y de sexos con más frecuencia. Incorporaré nuestras reflexiones a mis textos a ver si algún día me brota algo "serio". La casualidad es que de pronto tú has sacado el tema que ya andaba flotando en mis escritos, desconociendo que yo los estuviera escribiendo.

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    3. Este artículo, que no parece reciente, me ha gustado:
      http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/nuant/cont/30/cnt/cnt9.pdf

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  8. Parece interesante esa historia de individuos que pueden cambiar de género y también de sexo como quien cambia de ropa.
    Por ahí hay un anime futurista de lucha con robots gigantes (género Mecha), en el que aparece un tercer sexo entre los humanos que sobreviven en grandes naves espaciales. Me llamó mucho la atención de una frase. En el anime aparece de repente un húmano que no pertenece a esa sociedad, y que es visto por sus miembros casí como un animal, un miembro del tercer sexo se hace muy amigo de este "bárbaro", y en una de sus conversaciones le dice que no es ni "hombre" ni "mujer", pero que si es necesario puede ser lo que él y el barbaro quieran que sea; no se puede hablar en este caso de homosexualidad o transexualidad, es otra cosa totalmente distinta; podía realmente elegir su sexo a discrección; claro que también los humanos de esta sociedad realizaban la fotosíntexis y no necesitaban alimentarse.

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