Orgulloso de ti crees que has olvidado.
Que miras con indiferencias los escombros
de la ciudad abandonada. Pero entre las piedras
y la maleza que ha crecido con el tiempo
crees oír un gemido -¿un gato recién nacido?
¿un pájaro atrapado?- y te vuelve la ternura,
la terrible ternura, que te ata a los recuerdos
de un tiempo que no fue; ...seguro, no fue;
no pudo haber sido.
Supongo que me falta peso para dejar huella.
Será que como siempre ando en las nubes
lo mío sea la levedad.
Recordé "unos" "versos" de De Rokha
ResponderEliminar"...aprendí a escribir adorándote, cantándote, idolatrándote, y hoy lanzo pedazos del mundo hecho pedazos..."
Terribles líneas las tuyas, R. Pero lo que queda en el aire siempre puede ser respirado.
Saludos
S.