martes, 30 de septiembre de 2014

PERSUADE A RIFORFO SER ÉL MISMO LA INQUIETUD DE QUE DESEA HUIR

PERSUADE A FABIO SER ÉL MISMO LA INQUIETUD
DE QUE DESEA HUIR

Si otra patria, otras leyes, otro fuero,
otra edad o fortuna te deseas,
no es porque con razón infeliz seas,
es que hallas en ti mal compañero.

Huye de la borrasca el marinero,
y más que el mar le turban sus ideas:
mudarás de sudor, no de tareas;
de heridas mudarás, mas no de acero.

Si cual ciervo la flecha en la herida
tus pensamientos tiñes de corales,
estafeta es de penas tu huida,

tú y las penas corréis cursos iguales:
a un tiempo huyen muerto y homicida;
huye, Fabio, de ti, no de los males.


Juan Bautista Poggio y Monteverde (Santa Cruz de La Palma 1632-1707)

2 comentarios:

  1. (Siempre es sensato responder con otro poema. Aunque más que respuesta, es reafirmación)

    Dices: "Iré a otra tierra, hacia otro mar
    y una ciudad mejor con certeza hallaré.
    Pues cada esfuerzo mío está aquí condenado,
    Y muere mi corazón
    lo mismo que mis pensamientos en esta desolada languidez.
    Donde vuelvo los ojos sólo veo
    las oscuras ruinas de mi vida
    y los muchos años que aquí pasé o destruí".

    No hallarás otra tierra ni otro mar.
    La ciudad irá en ti siempre. Volverás
    a las mismas calles. Y en los mismos suburbios llegará tu vejez;
    en la misma casa encanecerás.
    Pues la ciudad es siempre la misma. Otra no busques -no la hay-
    ni caminos ni barco para ti.
    La vida que aquí perdiste
    la has destruido en toda la tierra.

    (Kavafis o Cavafis)

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