PERSUADE A FABIO SER ÉL MISMO LA INQUIETUD
DE QUE DESEA HUIR
Si otra patria, otras leyes, otro fuero,
otra edad o fortuna te deseas,
no es porque con razón infeliz seas,
es que hallas en ti mal compañero.
Huye de la borrasca el marinero,
y más que el mar le turban sus ideas:
mudarás de sudor, no de tareas;
de heridas mudarás, mas no de acero.
Si cual ciervo la flecha en la herida
tus pensamientos tiñes de corales,
estafeta es de penas tu huida,
tú y las penas corréis cursos iguales:
a un tiempo huyen muerto y homicida;
huye, Fabio, de ti, no de los males.
Juan Bautista Poggio y Monteverde (Santa Cruz de La Palma 1632-1707)
(Siempre es sensato responder con otro poema. Aunque más que respuesta, es reafirmación)
ResponderEliminarDices: "Iré a otra tierra, hacia otro mar
y una ciudad mejor con certeza hallaré.
Pues cada esfuerzo mío está aquí condenado,
Y muere mi corazón
lo mismo que mis pensamientos en esta desolada languidez.
Donde vuelvo los ojos sólo veo
las oscuras ruinas de mi vida
y los muchos años que aquí pasé o destruí".
No hallarás otra tierra ni otro mar.
La ciudad irá en ti siempre. Volverás
a las mismas calles. Y en los mismos suburbios llegará tu vejez;
en la misma casa encanecerás.
Pues la ciudad es siempre la misma. Otra no busques -no la hay-
ni caminos ni barco para ti.
La vida que aquí perdiste
la has destruido en toda la tierra.
(Kavafis o Cavafis)
Sensato y oportunísimo.
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