lunes, 8 de septiembre de 2014

Odio a las perdices



Empecé a leer un relato que tenía este título. A la segunda palabra lo rechacé y me dije, voy a reescribir este relato que empieza mal, y que termina peor. Y no voy a leer lo que hay en medio para no contaminar mi propia visión de las perdices.

Parte 1:
No sabría describir una perdiz. He visto perdices en la televisión. Y también las he visto en directo. Sé, más o menos, cómo es una perdiz. Sé que se comen. Por ejemplo, en la serie de televisión Shogún, el personaje, que era portugués, dato que no tiene relevancia, colgaba las perdices en el porche de su vivienda para que se pudrieran antes de guisarlas. Parece que es una práctica común con las perdices, no sé si con otras aves. Mi abuela, que criaba gallinas, las mataba y las guisaba en el mismo día. Hacían sopa de pollo y paloma los domingos por la mañana. Yo quiero recordar que todos los domingos, pero ahora me parece una hecatombe. Y me sé algunos, ahora solo recuerdo uno, chistes con perdices. Sale mucho en los chistes de caza. A los cazadores les gusta matar perdices. Conejos y perdices. Y esto es todo lo que sé sobre las perdices y su atribulada existencia. Ah, sí, también vienen en lata. Nunca he comprado una lata de perdiz en escabeche. Ahora sí, concluido.


Parte 2:
Los cuentos acababan mucho con grandes comilonas en las que no podían faltar las perdices. Está claro que mi tema favorito es la gastronomía. Cuando pienso en una perdiz pienso en comida. No es verdad. Cuando pienso en una perdiz pienso en una perdiz. Las perdices deben odiar a las princesas. ¿Qué pensarán las princesas de las perdices? En este cuento que estoy plagiando  a la princesa no le hacían gracia las perdices. ¿Qué clase de chistes contarán las perdices? Iba un conejo por la praderarl… Algo así. Movería las alas como Chiquito mueve los brazos y las manos. Y todas las perdices se echarían a … ¿cómo se llama lo que hacen las perdices cuando hacen ruidos? No lo sé, pero resulta que el Cabildo de Gran Canaria cría y suelta perdices para que los cazadores vayan y las maten. Eso es lo que he concluido de ver este vídeo. https://www.youtube.com/watch?v=v0yEucxEu4Y “La actividad cinegética”, y lo en serio que se lo toman. Tal vez –no, seguro– será ignorancia, pero estamos hablando de matar por deporte. No te digo que matar sea una actividad necesaria en determinados momentos. Pero ¡matar por deporte!, supongo que de alguna manera habrá que hacer para mantenerse entrenado para cuando de verdad sea necesario matar. ¡Pero, coño, es matar!, por lo menos no disfrutes.

Parte 3:
A estas alturas, y después de haber renovado la copa de vino, ya no sé cual era el propósito de esta historia, que dejó de ser historia desde el principio, porque no cuenta nada, simplemente hablo y hablo, como no soy capaz de hablar en persona. De camino que iba a rellenar la copa de vino he probado el potaje. Todavía falta porque el caldo aún sigue siendo agua. El punto del potaje es cuando se apotaja. Y el potaje se apotaja cuando el caldo empieza a adensarse, a tomar consistencia, a dejar de ser agua para convertirse en un, no exactamente caldo, sino …no soy escritor, no sé dar con las palabras adecuadas para nombrar las cosas. La primera regla del escritor es saber dar con las palabras adecuadas para nombrar las cosas y si no existen, inventarlas. Nada del al pan pan y al vino vino. Hay miles de clases de pan y otros tantos de clases de vino. Paso de lo de la nieve, que está demasiado socorrido.  Pero me voy por los cerros de Úbeda. Me encantaría irme por los cerros de Úbeda, pero no sé ni donde está Úbeda y voy a averiguarlo ahora mismo. El conejo de Alicia me informa de que es una bonita localidad andaluza. Más precisión Alicia, dime algo más. Flos Mariae, proyecto de música católica, por las hermanas noséqué Durán. ¡Vive Dios! Un rollo en plan  la continua contienda mujeres-hombres https://www.youtube.com/watch?v=pC1xLAY2u-0 Ella también es andaluza. Me acabo de dar cuenta de que no me va a hablar de los cerros de Úbeda, sino del recurso dialéctico “irse por los cerros de Úbeda”. Pero ahí queda Alicia y su conejo reivindicativo. Pero, coño, lo de las niñas que cantan canciones cristianas…¡uf!, y no es por que sean cristianas, es porque son unas letras absolutamente pésimas. ¿No se pueden escribir letras comprometidas con una determinada ideología que sean un poquito más… estéticas? Martí lo hace, creo. Entiendo que la estética es contrarrevolucionaria. Porque está más interesada en la forma que en el contenido. ¿Esto no iba de perdices?

Parte 4
Ivan Shiskin un pintor paisajista. No puedo seguir hablando de perdices sin mencionarle. Es ruso, y nació en 1832, en Yelávuga, en la región de Vyatka, Tatarstan. Murió en 1898 en San Petersburgo; sus restos están enterrados en el monasterio de Tijvin.  La Wikipedia tiene una galería de su obra http://es.wikipedia.org/wiki/Iv%C3%A1n_Shishkin#mediaviewer/File:%D0%91%D0%B5%D1%80%D1%91%D0%B7%D0%BE%D0%B2%D1%8B%D0%B9_%D0%BB%D0%B5%D1%81.jpghttp://es.wikipedia.org/wiki/Iv%C3%A1n_Shishkin#mediaviewer/File:%D0%91%D0%B5%D1%80%D1%91%D0%B7%D0%BE%D0%B2%D1%8B%D0%B9_%D0%BB%D0%B5%D1%81.jpg
Una de mis mayores ilusiones, ya desde pequeñito, era hacerme vagabundo y marchar, a pie, por supuesto, hacia esos bosques que pinta Ivan Shiskin. Y morir allí devorado por un oso.
Es mentira, aclaro. No conocía a Iván Shiskin hasta que no lo vi en esta página de un amigo y me encantó tanto la imagen que me la copié y la puse como fondo en el ordenador del despacho. Ahora, cada vez que enciendo el ordenador del despacho veo esto


 En cambio, es verdad lo de querer ser vagabundo. Pero los paisajes a los que me quería escapar eran los que "pintaba", James Oliver Curwod en sus novelas.

Después todo se complicó y me hice funcionario.Tal vez, y solo tal vez, yo erré mi camino. Si es que alguna vez hubo un camino, no es este donde estoy ahora.


No hay comentarios:

Publicar un comentario