Eso de no tener propósito lo encuentro muy zen, y por ello difícil. Igual que es muy complicado no pensar, creo que es muy complicado no desear, anhelar, en fin, tener algún tipo de propósito; y que para no tener que sufrir por la frustración del fracaso, nos quedamos petrificados y negando el deseo que realmente anida en nuestra psique.
ResponderEliminarEso de no tener propósito lo encuentro muy zen, y por ello difícil. Igual que es muy complicado no pensar, creo que es muy complicado no desear, anhelar, en fin, tener algún tipo de propósito; y que para no tener que sufrir por la frustración del fracaso, nos quedamos petrificados y negando el deseo que realmente anida en nuestra psique.
¡¡¡Enhorabuena!!!
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