Me burlaré un poco de Rilke ahora que ya voy por la sexta elegía.
Me sorprende cómo se complica el hombre hasta el punto de ocultar completamente lo que quiere decir, y lo que dice puede llegar a significar cualquier cosa.
Supongamos que lo que el tipo quería expresar fuera: "Pepito se levanta de la cama".
He aquí la redacción de don Rainer María -hombre, ni aspiro a su oscuridad alquímica ni a su perfección estética, entiéndanme-
Aquel en cuyo nombre se recuerda la función
de padre del hijo del Todopoderoso, enviado para redimirnos,
-no se lo podíamos permitir-, aquel, aún en su infancia,
tal vez al amanecer, acariciado por las tibias luces
de un soñoliento astro singular,
inunda de energías sus músculos en reposo, arranca
del misterio del sueño su conciencia, se alza
despegándose del lecho, se eleva, firme, sobre la firme Tierra.
No sé si se nota en la burla, pero quiero a este hombre, que quede claro.
Pues está muy bien el poema. Me gusta mucho más
ResponderEliminarque eso de que Pepito se levantó de la cama.
Y leo en Pessoa que los fatuos críticos creen haber descubierto el truco cuando revelan que lo que el poeta quería decir era simplemente "pepito se levanta de la cama", y no comprenden que la prolijidad en el decir crea el hecho y los hace perdurar en la mente de una manera mucho más efectiva que la simple observación del hecho trivial, que, al final, vamos a recordar de la misma manera, pero con colores más apagados, sin matices, plano.
ResponderEliminar