miércoles, 19 de junio de 2013

Solo por contarlo


Cuando Ulises pasó por cerca de la isla de las sirenas, siguiendo los consejos de Circe(?) ordenó a sus hombres que se taponaran los oídos con cera y que a él lo ataran al palo mayor de la nave, porque quería escuchar el canto de aquellas damas-pez. El canto de las sirenas es tan embriagador, le contó Circe(?), que todo el que lo escucha se ve irrefrenablemente impulsado a acudir donde ellas están, y ninguno de los que a esta debilidad cede regresa, pues su nave naufraga y aún en el agua los hombres siguen escuchando ese canto y deseando aproximarse a él, tan lleno de promesas y misterios gozosos está, hasta que finalmente se ahogan o mueren golpeados por el mar contra las rompientes. Al tiempo que pedía que lo atasen, Ulises les exigía que por más que les suplicase que lo soltasen, por más amenazas y derechos de autoridad que esgrimiese, no le hicieran caso y continuaran remando hasta alejarse a suficiente distancia del aquel peligro y lo viesen a él mismo calmado ya de sus ansias.

¿Y por qué lo hizo? Se preguntarán todos. Solo por contarlo.

1 comentario:

  1. - ¿Qué quieres hacer con tu vida?

    - Vivir, tener experiencias.

    - ¿Para qué?

    - Sólo para contarlo.

    Para contarlo o por vivir, simplemente. :-)

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