Cuando Ulises pasó por cerca de la
isla de las sirenas, siguiendo los consejos de Circe(?) ordenó a sus
hombres que se taponaran los oídos con cera y que a él lo ataran al
palo mayor de la nave, porque quería escuchar el canto de aquellas
damas-pez. El canto de las sirenas es tan embriagador, le contó
Circe(?), que todo el que lo escucha se ve irrefrenablemente
impulsado a acudir donde ellas están, y ninguno de los que a esta
debilidad cede regresa, pues su nave naufraga y aún en el agua los
hombres siguen escuchando ese canto y deseando aproximarse a él, tan
lleno de promesas y misterios gozosos está, hasta que finalmente se
ahogan o mueren golpeados por el mar contra las rompientes. Al tiempo
que pedía que lo atasen, Ulises les exigía que por más que les
suplicase que lo soltasen, por más amenazas y derechos de autoridad
que esgrimiese, no le hicieran caso y continuaran remando hasta
alejarse a suficiente distancia del aquel peligro y lo viesen a él
mismo calmado ya de sus ansias.
¿Y por qué lo hizo? Se preguntarán todos. Solo por contarlo.
- ¿Qué quieres hacer con tu vida?
ResponderEliminar- Vivir, tener experiencias.
- ¿Para qué?
- Sólo para contarlo.
Para contarlo o por vivir, simplemente. :-)