No estoy allí. No estoy en el mapa de tu vida. No soy tu
pueblo de nacimiento, no soy tus amiguitos de la infancia, no soy tu falda
corta, ni tu primer beso. No soy tu primer amor, ni tu primer ni ningún otro
llanto amargo de desilusión. No soy el aire que respiras, ni las sábanas que te
envuelven. No soy siquiera el panadero que bromea contigo mientras te cobra el
pan. No soy tu fiel coche que te espera
echado a la puerta de tu casa. No soy el número en lo alto de puerta de
tu casa. No soy tus amigos. No soy tu amigo.
Todo eso que no soy, que no he sido, y que no seré, está
suelto dentro de mí y recorre todas las estancias como un viento alocado
gritando gritando gritando hasta arrinconar lo que soy, lo que quiera que sea
yo ahora, estos días, a un rincón del sótano oscuro, acurrucado, muerto de
miedo.
Me ha gustado.
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