¿Para quién voy a escribir si no es para ti? ¿Para mí, para
nadie? ¿Y qué voy a decir si no es a ti? ¿Qué tengo que decir si ya no quieres
escucharlo? ¿Y a quién le importará mi silencio si a ti ya no te importa? Lo
que oculte, lo que calle. ¿Quién me va a preguntar? ¿Y para qué lo diría, en el
caso de que algo ocultase, callase, si mis palabras, repetidas como todas, las
mismas, las de siempre, se van a quedar tan solo un instante en el aire y
luego, como una pompa de jabón, estallarán perdiéndose en su inutilidad para
siempre, para nunca, si tus oídos, tus ojos, no las escuchan, no las leen, no
les dan sentido, nuestro sentido distinto del de todos, distinto del de siempre?
La palabra no sirve. La palabra no sirve.
Pero si nunca te he leído, idiota, salvo por azar, como ahora, y siempre me ha parecido que lo que escribías eran imbecilidades.
ResponderEliminarAh...bueno... siendo así...
ResponderEliminarTal vez deberías plantearte dejar de escribir. Pero sin escribir para decirlo. No sé si me entiendes. Dejarlo.
ResponderEliminarCasi que sí. O que no. Tal vez deba empezar a dirigirme a otro lector hipotético.
ResponderEliminar¿Hipotético o improbable?
ResponderEliminarCuanto más hipotético o improbable, tanta menos condicionará lo que escriba
ResponderEliminarLa condición va por dentro. Y más en ti. "abandonad toda esperanza".
ResponderEliminar¿Qué quieres decir?
ResponderEliminar¡Eh!, ¿qué quieres decir?
ResponderEliminarJe ne comprends rien
ResponderEliminarSé que te va a parecer uno de mis sarcasmos, pero no es así, mi comentario es sincero. Me ha conmovido este texto. La primera frase me hace recordar algún que otro momento agridulce, es una hermosa declaración, apenas diez palabras que perfilan un caudal oculto de sentimientos; la repetición de la frase final, esa expresión de una derrota asumida causa de una frustración que no sabemos como sobrellevar también me conmueve.
ResponderEliminarno me parece uno de tus sarcasmos.
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