martes, 26 de marzo de 2013

Un adicto.

Un adicto al LSD, un sábado por la tarde que se aburría porque sus amigos estaban de viaje y su novia tenía jornada familiar y no la vería hasta las nueve aproximadamente en que su familia acabaría peleándose porque el cuñado, que se habría emborrachado como siempre, le habría metido mano a la madre de su mujer, y esta, argumentando que ella lo iba provocando por vestir falditas tan cortas que ya tenía edad de vestir con más decencia, se empeñaría en defenderlo contra el padre que querría matarlo, y antes de que él efectivamente lo matara, lo sacarían de allí, y ella, la novia, aprovecharía para marcharse también antes de que él, el adicto, se pasara con las pastillas pero ya sería tarde, tomó más pastillas de las que solía.

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