domingo, 2 de diciembre de 2012

Atis Tirma


¿En qué consiste vivir? Por ahí detrás dijiste: hay que vivir. Pero en qué consiste. Si se trata de tener los objetivos claros… ¡uf!, mal rollo: estoy muerto. Hay que ponerse a ello primero. A ver, objetivos: … … … No se me ocurre nada. Veo la vida como una enorme pradera sin senderos. Como Alicia, si le preguntara al gato por dónde hay que ir, él me diría, “si no quieres ir a ninguna parte cualquier camino es bueno”. Pues bueno, eso es lo que hago. Me temo que a salto de mata por la pradera: hoy me gusta tal escritor, mañana me enamoro, pasado estoy ilusionado con un viaje y el otro me encierro a leer los siete tomos de Proust; el siguiente me intereso por la albañilería y al otro ya estoy cultivando papas. Y así voy cubriendo etapas, lo más parecido al “echar días para atrás” que tanto odio. Entre medias, y porque tengo que comer y me han metido en la cabeza lo importante que es eso y he sido demasiado perezoso y cobarde para bajarme de esa noria, voy a trabajar cada día. Pero me siento y medito: ¿alternativas? … Sí, tener una fe, tener una locura a largo plazo.  Eso parece que le da sentido a todo. Un buen engaño es lo que hace falta. Pero no dicho así, con cinismo, sino estando dentro del engaño, es decir creyéndolo. Un buen lavado de coco y hala, a vivir por… Dios, Alá, Wall Street, un amor imposible, La Literatura, La música –aún creo en esa fe- o cualquier otra cosa. ¡Ay, esa mente de plastilina! Me da rabia que sea así, que cambie de forma cada cuarto de hora y medio. No soy veleidoso, creo que muchos podrán atestiguarlo, me falta pasión para serlo, pero soy consciente de la vaguedad de todo propósito.  Así no hay manera de buscarse un objetivo. Estoy condenado a ser como soy. Mi magnífica salud mediocre, mi familia de corte corriente, mi carácter apocado y temeroso, todo ello me ha condenado a ser un tipo vulgar, un hombre mediocre. Me queda la voluntad, levantarme y gritar ¡ATIS TIRMA!,  y lanzarme al vacío, a cualquier vacío a ver qué pasa. Se me pasa el tiempo y aún no me decido a hacerlo. Y en el fondo, en un fondo muy superficial, me temo, sé que es solo un sueño, tengo montañas de excusas razonables para no hacerlo, montoncitos de amigos que se están riendo de mí por esta perdiz tan mareada ya que tengo. Y un enorme vacío de propósitos.
¿Y por qué les cuento esto a ustedes? A quienes sé que no les importa lo más mínimo, es más de quienes sé que creen que nada de esto tiene verdadero significado, que son un mero globo de aire que tiene de mí lo que tiene el aire viciado que he expulsado para llenarlo, que ya me tienen clasificado y bien clasificado en uno de esos estantes y ya no me voy a mover de ahí. Pues no lo sé. Me temo que por exhibicionismo. Por qué otra razón iba a tener un blog si no.
Saludos.

post data
"Pero sé que mi vida solo tiene sentido cuando amo como ahora no quiero amar, cuando intento un rostro y un nombre que coloreen mi silencio, que me permiten seguir buscando y no encontrando, que me permiten lo que de otra manera es hastío, tiempo en que nada pasa."  (Alejandra Pizarnik)

No hay comentarios:

Publicar un comentario