martes, 4 de septiembre de 2012

Paraíso


Llegar al Paraíso después de haber oído hablar tanto de él. Desnudarse y entrar en aquella amable floresta y recorrer las sendas tan leídas, acariciar los mansos leones, sumergirse en las atemperadas aguas al pie de una cascada, alimentarse de lo que viniera a la mano y dormir acariciado por el sol al borde del estanque.  Y pronto, demasiado pronto, escuchar un trueno fatal, una luz brillante al fondo en forma de ángel que señala hacia la puerta y verte arrastrado hacia ella con horror, en donde encontrarás, avergonzados, a aquellos dos inocentes, que no saben, aún no saben, lo que han perdido.

2 comentarios:

  1. Me gustan mucho estas pequeñas reflexiones o microrrelatos que estás ensayando últimamente. Son muy amenos y tienen un formato muy cómodo para la lectura de blogs. Te animo a seguir cultivándolos (sin prejuicio de continuar con los otros géneros).

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