Llegas a la habitación y observas el espejo indiferente. No te posee el espíritu de Alicia y tu imagen permanece en el umbral. He cometido el error de atravesar el espejo para atraer tu mano. ¿Quién sabe qué horrible garra habrás percibido tú ahí fuera intentando atraparte?
Alicía se acerca al espejo y le pregunta: "Espejito, espejito, ¿quién es la más hermosa joven del lugar?". Una garra de tres dedos la agarra y la hace pasar a través del espejo mientras una suave voz dice: "La reina de corazones".
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