domingo, 15 de abril de 2012

El elefante y el rey

Nunca comprenderé el "deporte" de la caza. Nunca comprenderé que le llamen deporte, que es una actividad fingida, una competición falsa, un juego de entrenamiento para la guerra, si quieres, pero juego al fin. Mientras que la caza no tiene nada de juego porque se mata realmente.

Nunca entenderé que alguien se haga una foto junto a un cadáver que acaba de abatir, sea conejo, mosca, pez o elefante. Nunca comprenderé el orgullo de haber matado a otro ser vivo.

Me da igual cuánto le ha costado a Su Majestad el viajar a Bostwana, no me parece tan relevante como el horror de pensar que el hombre posa orgulloso delante del enorme cadáver de un elefante. Eso es lo que me produce verdadero horror.

3 comentarios:

  1. Mi paciencia tiene un límite. Ayer me volví republicano. Quiero añadir una banda morada a nuestra bandera y sacudirla de caspa.

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  2. Al comienzo de su camino el hombre era cazador por necesidad, como el lobo o el oso. Pero hace ya mucho tiempo que la caza es una actividad de la clase dominante que expone su poder matando animales como advertencia al resto de la tribu de que los próximos trofeos pueden ser ellos.

    ¿Os asombráis ahora del comportamiento de los miembros de la familia real? Siempre han sido así, y siempre lo serán. ¿Qué pasa ahora con los que siempre están diciendo que la familia real no molesta?

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  3. No confundamos. A mí la familia real me resulta absolutamente indiferente. Me da igual que estén ahí o en cualquier otra parte. No me siento ofendido porque no me representan en absoluto. Simplemente, a raíz de este suceso manifiesto mi extrañamiento de que algunos consideren que matar es un deporte.

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