No renunciaría a nada de aquello por
evitarme esto. ¡Aquello me parece tan necesario y esto tan
prescindible!. Y sin embargo es aquello lo que es absolutamente
casual y esto lo que resulta siempre, siempre inevitable. No
comprendo la lógica del mundo. Que lo necesario, lo bueno, sea lo
contingente y efímero, y que lo malo sea lo imprescindible y
duradero.
Podríamos simplemente recurrir al tópico de que el mundo es malvado e insano, pero todo es mucho más complejo y confuso, sobre todo confuso; muchas cosas sólo las apreciamos por su comparación con lo opuesto, y a veces sólo alcanzamos a percibir burdos contrastes.
ResponderEliminar