jueves, 1 de marzo de 2012

Extractos de En las Cimas de la desesperación de Emil Cioran

¡Qué lejos estoy de todo!

Ignoro totalmente por qué hay que hacer algo en esta vida, por qué debemos tener amigos y aspiraciones, esperanzas y sueños. ¿No sería mil veces preferible retirarse del mundo, lejos de todo lo que engendra su tumulto y sus complicaciones? Renunciaríamos así a la cultura y a las ambiciones, perderíamos todo sin obtener nada a cambio; pero ¿qué se puede obtener en este mundo? Para algunos, ninguna ganancia es importante, pues son irremediablemente desgraciados y están irremisiblemente solos. ¡Nos hallamos todos tan cerrados los unos respecto a los otros!...

No poder ya vivir

…Siento que me hallo al borde de la explosión a causa de todo lo que me ofrecen la vida y la perspectiva de la muerte. Siento que muero de soledad, de amor, de odio y de todas las cosas de este mundo. Los hechos que me suceden parecen convertirme en un globo que está a punto de estallar. En esos momentos extremos se realiza en mí una conversión a la Nada. Se dilata uno interiormente hasta la locura, más allá de todas las fronteras, al margen de la luz, allí donde ella es arrancada a la noche; se expande uno hacia una plétora desde la que un torbellino salvaje nos proyecta directamente en el vacío. La vida crea la plenitud y la vacuidad, la exuberancia y la depresión; ¿qué somos nosotros ante el vértigo que nos consume hasta el absurdo? Siento que la vida se resquebraja en mí a causa de un exceso de desequilibrio, como si se tratase de una explosión incontrolable capaz de hacer estallar irremediablemente al propio individuo.
En las fronteras de la vida, sentimos que ella se nos escapa, que la subjetividad no es más que una ilusión y que bullen en nosotros fuerzas incontrolables, las cuales rompen todo ritmo definido. ¿Hay algo entonces que no ofrezca la ocasión de morir? Se muere a causa de todo lo que existe y de todo lo que no existe….

2 comentarios:

  1. Excitación es la definición más próxima a lo que me producen estas palabras.

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  2. "La vida crea la plenitud y la vacuidad, la exuberancia y la depresión; ¿qué somos nosotros ante el vértigo que nos consume hasta el absurdo?"
    Ojo, amigo, con este Cioran: no es apto para espíritus excesivamente optimistas. Al contrario, es un pesimista atormentado. Como Onetti.
    Conviene leerlo en pequeñas dosis para no caer en un exceso de la melancolía que produce el mero hecho de vivir...
    Para Savater, Cioran es un maestro y una inspiración. Lo venera sin complejos.

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