jueves, 22 de diciembre de 2011

Mansilla y los Espías

5 comentarios:

  1. El paso del tiempo es inexórable, no es evitable, no nos queda más remedio que aceptar este hecho. Podemos lamentarnos por la angustia de la llegada de final, o por el derroche que es no aprovechar hasta el más ínfimo instante para ser felices, o de la más que progresiva perdida del atractivo para el otro sexo, pero no podemos parar el tiempo. No suframos más de lo necesario; no causemos más daño que el indispensable.

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  2. Por más que me parezca un poco exagerado el tratamiento que se da en el poema al paso del tiempo, me parece una lectura, un poema y una música magníficas. Ole por este artista al que ya me gustaría parecerme en algo (menos en la edad).

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  3. Cuando se lleva con elegancia y sin prejuicios, la edad también es fuente de belleza.
    Se me ocurren un par de actrices, por ejemplo, que incluso cuando ya tenían sus años seguían siendo mujeres de bandera: Ava Gadner, Grace Kelly, Audrey Hepburn, Marilyn Monroe, etc. Y de la actualidad, Meryl Steep, Jodie Foster o Jennifer Connely son buenos ejemplos.
    No seamos tan pesimistas, por favor. Y menos en estas fechas.
    Lo mismo pòdría decir de un par de actores que ya han cumplido o están a punto de cumplir la cincuentena. ¿Y qué me dicen de Sean Connery?

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  4. Hola, soy Mansilla, el autor del poema del Cumpleaños. Quería contaros que ese poema lo escribí en plan de coña cuando cumplí los treinta, y luego lo he ido actualizando cada decenio. Si lo leéis bien veréis que no es muy serio, por ejemplo cuando dice eso de que "nunca podré ser un gigoló, o un niño prodigio, ni futbolista, nadador o gimnasta..." En fin, aunque pueda sonar un poco tremebundo lo compuse con el ánimo de reirme sobre todo de mí mismo. Y os aseguro que me encuentro muy feliz con mis 50 tacos cumplidos.
    Saludos para todos.
    Fernando Mansilla

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  5. Encantado de su visita, don. Sin ánimo de faltarle, me temo que lo que usted piense de su poema o la intención que tuviera en el momento de su redacción poco nos importe, es la impresión que nos causa a nosotros en el momento de escucharlo o leerlo la que nos aporta o nos quita algo. No obstante, gracias a su aclaración, tal vez ahora algunos nos sintamos más ridículos, la veo algo innecesaria.
    Yo personalmente sigo pensando que se mire por donde se mire, cumplir cincuenta años es una gran mierda, pero peor es no cumplirlos.

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