Si yo fuera un tipo serio, si yo quisiera, a partir de ahora, ser un tipo serio, bien considerado por todos, atractivo para las mujeres, debería ponerme a trabajar, empeñarme en un compromiso. Escribir una decena de artículos e ir a defenderlos a otros tantos congresos. Solicitar mi inclusión en las comisiones más importantes. Trabajar día y noche en la consecución de estas actividades. Salir muy temprano de casa y llegar muy tarde. Y nada de fines de semana sin dar ni golpe. Los fines de semana serían para reunirme con los compañeros de las comisiones y los de los artículos para hacer algo de deporte mientras hablamos de esos temas que tanto nos preocupan a todos. Si yo fuera un tipo serio nunca vería la televisión.
Si yo fuera un tipo serio escribiría un libro. Me buscaría un buen tema y me podría a leer como un condenado para documentarme. Luego escribiría hasta tarde por las noches y me levantaría temprano para seguir escribiendo. Tal vez me alquilaría un apartamento para tener un lugar donde poder trabajar sin el estorbo de la mujer y la chiquilla que me interrumpen a menudo con sus pequeñas tonterías. Trabajaría duramente durante un año o dos hasta escribir ese libro y luego iría de editorial en editorial hasta conseguir que me lo publicaran. Y si no fuera así, me lo publicaría yo mismo y luego trataría de venderlo librería por librería hasta que consiguiera que fuera un éxito, porque estaría completamente seguro de la calidad de mi libro.
Si yo fuera un tipo serio, si quisiera serlo a partir de ahora, me metería en política para tratar de resolver todos los desaguisados que veo que cometen esos incompetentes que nos gobiernan ahora. Sería un grupo de izquierdas y me pasaría horas y horas, días y días en interminables reuniones tratando los temas que tanto nos preocupan a todos. Y luego vendría la campaña electoral y viajaríamos muchísimo por todas las islas y quizá por todo el país y nos indignaríamos por las injusticias y enronquecería a base de dar gritos y acostarme tarde y levantarme temprano y hablar horas interminables con mis compañeros tan comprometidos como yo de todos esos temas que tanto nos preocupan a todos.
Si yo fuera un tipo serio, visitaría al médico y me haría un chequeo de la próstata, del corazón y de la tensión. Les pediría pastillas para regular todas esas cosas que ahora me funcionan regular y bebería menos, dejaría de fumar y me acostaría temprano todos los días. Leería libros sesudos de reflexión sobre política internacional y economía. Sobre pensamiento contemporáneo. Y escribiría artículos de opinión que tratarían sobre los temas más importantes que nos preocupan a todos. Comentaría solamente en los blogs de tipos serios como yo que escriben sobre cosas serias y no flirtearía en los blogs de las chicas que escriben poemas y pensamientos amorosos. Tal vez me pondría a estudiar otra carrera y música que tampoco se me da mal y nunca hablaría de mí mismo. Jamás perdería el tiempo leyendo una novela de evasión.
Si yo fuera un tipo serio comenzaría por hacerme con un grupito de amigos, parejas principalmente, de gente seria como yo, con los que saldría a cenar acompañado de mi esposa y hablaría en voz alta con los otros de los temas más peregrinos, temas serios que nos preocupan a todos, y quedaríamos para irnos juntos de vacaciones y viajaríamos a las ciudades más importantes como París, Roma, Venecia o Nueva York, Kuala Lumpur y Shanghai; y los fines de semana tomaríamos un avión a Madrid para ver una ópera o una exposición internacional de algún artista de renombre. Seríamos habituales de los restaurantes más interesantes de la ciudad y acudiríamos con cierta regularidad a los espectáculos de teatro y cine. Estaría al día en las películas de actualidad y en los libros más recientes. Vestiría correctamente y visitaría al barbero, pero no al barbero, sino a un peluquero o estilista y me tomaría mi aspecto físico muy en serio, sí señor. Estaría muy orgulloso de mí mismo sobre todo y aún más orgulloso de cómo me verían los demás. Me reiría poco y bajito aunque siempre estaría de un humor excelente.
Si yo fuera un tipo serio, si lo hubiera sido todo este tiempo que he perdido siendo como soy, no envidiaría a nadie. Creería que tengo un lugar en este mundo ganado por mi propio esfuerzo. Creería en la sociedad en la que vivo y en que es importante para todos que los tipos serios como yo se preocupen por todo y contribuyan a hacer de esta sociedad un lugar más habitable. Pero también me preocuparía por conseguir cada vez más consideración de mis semejantes y trabajaría duramente para ser considerado por todos el tipo serio que querría ser. Me implicaría cada vez más en puestos de responsabilidad y exigiría mis derechos con la seguridad del que sabe lo que quiere y cuales son sus derechos. Creería firmemente que si todos fueran como yo esta sería una sociedad más justa y equilibrada. Y me indignaría a cada rato porque a pesar de mis ímprobos esfuerzos las cosas no van todo lo bien que deberían ir a causa de la caterva de tipos incompetente, vagos, e individualistas que lo estorban todo e impiden el adecuado progreso de la sociedad. Si yo fuera un tipo serio recordaría con desprecio al tipo que yo era antes, que soy ahora que no soy un tipo serio.
¡Ay, si yo fuera un tipo serio!
Estoy harto de que todo el mundo considere Un Mundo Feliz como una novela pesimista sobre un futuro no deseable.
ResponderEliminarYo me asombro de que Berkeley pueda creerse en serio que más allá de los sentidos no hay una realidad tangible y me escandalizo de que meta a Dios por medio, sinceramente. Pero que venga el puto Hume y le de la razón es para tirarse de los pelos.
ResponderEliminarYo, a veces, sinceramente, a lo único que aspiro a lograr con mi vida es a que al menos sirva de veleta. Como los gallos de metal.
ResponderEliminarNo sé si te comprendo, querido anónimo, pero que nadie venga a sorprenderse de eso ahora.
ResponderEliminar¡Este blog deberían clausurarlo por subversivo, ofensivo, burletero e incitador a la destrucción de los sagrados valores morales!
ResponderEliminarNo necesitas tanto esfuerzo para ganarte mi admiración. Te sorprendería lo convincente que resultan unos cuantos euros y un trato amable. Pero más los euros.
ResponderEliminarPerdón, señorita, pero el enlace no está correcto, ¿podría resolverlo? gracias.
ResponderEliminarMe gustaría saber por qué las vacas y los patos y los pollos y los conejos no se vengan de nosotros de una vez. Y ya puestos, las coliflores y los pepinillos y las zanahorias... Espero una emboscada de garbanzos mientras las cebollas me ciegan con su jugo. Temo, señores, temo entrar en la cocina, verdaderamente.
ResponderEliminarSiempre he querido tener un blog muy comentado, pero, esto es indignante, queridos comentaristas. Por favor, ciñanse - es la primera vez que utilizo esta palabra, me comentan tan poco - al tema del post, por favor. (¡Si es que alguien lo ha leído, por el amor de Dios!)
ResponderEliminarHoy es el día de mi padre. Todavía no lo he felicitado. No se, me da corte. Hablamos tan poco. ¿Tienen ustedes padre? ¿Y cómo es la relación?
ResponderEliminarNo lo consideres egoísmo, querido, presunto, lector. Pero ahora mismo tu relación con tu padre me la trae floja.
ResponderEliminarNunca llegará usted a ser un tipo serio por ese camino, señor mío.
ResponderEliminarHola. Me recomendaron este blog. Me dijeron que era ingenioso, simpático, optimista, y sobre todo muy bien escrito. He estado leyendo algunas entradas y he podido corroborar todo lo que me han dicho y algunas cosas más. Desgraciadamente esas cosas de más me impiden volver a visitar este blog. Adios.
ResponderEliminar¡Alma de Dios, pero si yo te quiero igual, aunque seas un redomado idiota! ¡Felicítame sin pudor, coño, que somos familia! Y tráeme unos cigarritos que tu madre me tiene enfilado
ResponderEliminarSeñores, esto pretendía ser un blog serio, ¿no podrían tratar de sus pudores en sus propios retretes?
ResponderEliminarHijo miiio, te hablo desde el más acá, que es más allá para tiiii. que seeepaaas que aquiii no guuustann muuuchooo tusss gracieeeetass. Nooo teee muueeeraaaass aaaahooooraaaa pooorqueeee teee puuuuteeeannn, essspeeeeraaa unnn pooooco y coooorriiiigeeetttteeee
ResponderEliminar¡¡¡Una obra de arte!!! Integral, completa, multiaurorial, participativa mediante esos trasuntos inconmensurables.
ResponderEliminarEl puñetero Hume piensa que lo único que existe es la representación de la realidad, incluyendo en este concepto de realidad, a nosotros mismos, los seres pensantes. Según él, nada nos permite suponer que detrás de las percepciones hay "sustancia" de la cual emanen esas percepciones. Que el propio concepto de sustancia es una elaboración interna de la mente a partir de las representaciones.Por no creer no cree ni en la causalidad de los sucesos, considerando esto como una mera elaboración, de nuevo, de nuestra mente a partir de la percepción y representación de una serie de hechos que en sí son aislados. Somos nosotros los que les atribuimos esa relación. Es decir, todo está en nuestra mente, y cuando digo todo, quiero decir todo.
ResponderEliminarSegún eso, nada me permite suponer que existas, amigo mío. Eres una creación de mi mente elaborada a partir de unas percepciones venidas de ninguna parte o de Dios, según Berkeley - con el cual el propio Hume conviene en esto.
¡Qué buen relato filosófico! Una delicia para los amantes de la literatura y la filosofía.
ResponderEliminarSaludos.