viernes, 26 de agosto de 2011

¿Por qué leo?

Muchas veces me pregunto: ¿por qué leo tanto?
Me siento un tipo raro, y corroboran esa opinión todos con los que trabo relación. Es la primera palabra que les viene a la cabeza al cabo de un tiempo de charlar conmigo, bien directamente, bien a través de la palabra escrita -blogs, chats, correo electrónico. Eso me hace sentirme aún más raro, y no bien, es decir, me confunde; y creo que acentúa en mí la tendencia al aislamiento y el comportamiento anómalo propiciado por las expectativas del otro, como los niños malos a los que se reprende y no solo no se corrigen sino que empeoran su comportamiento.
Sin embargo en muchos de los textos que leo me veo reflejado, muchos de los personajes que me llaman la atención lo hacen porque reflejan mis angustias, mi preocupaciones y se alegran con lo que yo me alegro. Yo soy un personaje corriente en muchos de los libros que me interesan, que no son todos los libros, claro está, sino una selección de ellos escogida precisamente por mí. Pero ahí están, iguales a mí, y eso me tranquiliza, me hace sentirme, de alguna manera, normal. Otros, que no conozco, han sido capaces de describirme. Y probablemente se estaban describiendo a sí mismos. Hay más gente como yo por el mundo. No soy tan raro.
Leo porque eso me hace sentirme un poco más normal, casi como todo el mundo.

4 comentarios:

  1. Parece que su estancia en Portugal ha sido provechosa para su pluma. Las últimas entradas en su blog me parecen bastante estimables.

    ResponderEliminar
  2. Favor que usted me hace con esas apreciaciones. Un lector agradecido vale más que cinco mil millones de lectores potenciales.

    ResponderEliminar
  3. Yo no sé si la lectura es causa de la diferencia o su efecto, pero empiezo a creer que la hay entre las personas que leen y las que no.

    ResponderEliminar
  4. Una reflexión muy interesante. También muy poética. Yo nunca he tenido muy claro por qué leo. Supongo que por simple predisposición de mi ánimo y porque es la mejor de las maneras de gastar el tiempo.
    Estoy de acuerdo con Calamardo: la estancia en Portugal te ha sentado bien.

    ResponderEliminar