La observación paciente del horizonte es una figura literaria que combate las prisas histéricas de la sociedad descabellada en la que nos ha tocado vivir. Alzo el brazo que me queda (el otro lo perdí en la cola de un hipermercado) en defensa de un conjunto de tropos comunes a una generación que alcancen a contraponerse contra las prisas, la histeria, el estrés, la numeración de las personas, la personificación de las cosas. Acabarán vendiendo peos en botella, y lo peor, acabaremos comprándolos.
Un texto pequeño y lleno de significado. Realmente eres un maestro.
ResponderEliminarSeguir mirando atentamente el horizonte hasta poder ver el rayo verde.
ResponderEliminarModestamente hablando: a mi me recuerda a Cavafis (es decir, a una traducción de Cavafis al español)
ResponderEliminarPreciso y evocador. Este lo podías haber leído el otro día en el acto sobre microrrelatos.
ResponderEliminarMuy bueno.
La observación paciente del horizonte es una figura literaria que combate las prisas histéricas de la sociedad descabellada en la que nos ha tocado vivir. Alzo el brazo que me queda (el otro lo perdí en la cola de un hipermercado) en defensa de un conjunto de tropos comunes a una generación que alcancen a contraponerse contra las prisas, la histeria, el estrés, la numeración de las personas, la personificación de las cosas. Acabarán vendiendo peos en botella, y lo peor, acabaremos comprándolos.
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