jueves, 7 de julio de 2011

Sin signos para la esperanza

Vigilamos atentamente el horizonte,
contenemos la desesperación,
disimulamos como podemos
los tirones de la angustia
que nos llama a gritos.
No hay signos para la esperanza,
pero seguimos vigilando atentamente el horizonte.

5 comentarios:

  1. Un texto pequeño y lleno de significado. Realmente eres un maestro.

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  2. Seguir mirando atentamente el horizonte hasta poder ver el rayo verde.

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  3. Modestamente hablando: a mi me recuerda a Cavafis (es decir, a una traducción de Cavafis al español)

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  4. Preciso y evocador. Este lo podías haber leído el otro día en el acto sobre microrrelatos.
    Muy bueno.

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  5. La observación paciente del horizonte es una figura literaria que combate las prisas histéricas de la sociedad descabellada en la que nos ha tocado vivir. Alzo el brazo que me queda (el otro lo perdí en la cola de un hipermercado) en defensa de un conjunto de tropos comunes a una generación que alcancen a contraponerse contra las prisas, la histeria, el estrés, la numeración de las personas, la personificación de las cosas. Acabarán vendiendo peos en botella, y lo peor, acabaremos comprándolos.

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