jueves, 19 de mayo de 2011

Tres piedras

Tres piedras. El político/economista las coloca una sobre otra y luego te dice: tienes libertad para escoger, pero ten cuidado cual escoges porque si lo haces mal todo puede desmoronarse. Tú, precavido, escoges la de arriba. El economista asiente satisfecho: has hecho lo que debías.

Ahora discutimos en el bar. Un loco piensa que tenía que haber cogido la primera de abajo. Y otro algo más cuerdo, pero aún con un punto de rebeldía hubiera optado por la de en medio. Los razonables no ven otra opción que la que tú tomaste.

La noticia sale en televisión. Los telediarios muestran aterradoras infografías demostrando el desmoronamiento que hubiera sobrevenido si, dejándote llevar por un falso idealismo, hubiera escogido alguna de las otras dos piedras.

El punto central de todo esto es que nadie discute por qué el político/economista colocó las tres piedras una encima de la otra y no una al lado de la otra.

3 comentarios:

  1. ¿Por qué vamos a discutir por lo fundamental cuando podemos formar tertulias sobre la forma de servir los huevos pasados por agua?

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  2. Extraordinario¡ Claro como el agua¡ Magnífico¡
    Oriental¡

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  3. Me parece una reflexión acertadísima, directa, alegórica pero clara. Todo un acierto y un alarde de creatividad y originalidad.

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