martes, 25 de mayo de 2010

Alonso Quesada

Un verso de Alonso Quesada con el que me siento plenamente identificado:

Yo gano el pan de una infeliz manera
porque yo no nací para estas cosas:
hago unas sumas y unas reducciones;
y así me consideran y me pagan... (2)

(http://contentdm.ulpgc.es/cgi-bin/showfile.exe?CISOROOT=/MDC&CISOPTR=70026&filename=106856.pdf#search=%22lino%20de%20los%20sue%C3%B1os%22)

Nosotros no nacimos para estas cosas.

Es una perspectiva que uno nunca debe perder. No ceder al engaño, a la trampa. Una trampa cada día desvelada y cada día sepultada por toneladas de mentiras. En la cuestión laboral solo hay una verdad: la explotación. El contratante sólo se contentará con esclavos. El contratado solo se contentará con un "salario púrpura" (vago recuerdo de un cuento de Philip J. Farmer). Pero el patrón tiene también el martillo y el asalariado sólo tiene la cabeza.


Quiero recordar que en la época del Boom, del dinero recorriendo en estampida los solares, fue cuando surgió la figura del "mileurista", y del "contrato basura". Una reforma laboral tal y como la entienden los patrones ¿adónde puede llevarnos: al "quinientos eurista" y al "contrato caca de perro"?

Y encima hemos de sonreír:

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