jueves, 29 de octubre de 2009

Cuadernos de Crítica. Hoy Historia.

Los Reyes Gordos.

Durante mi infancia todavía estaba de moda el aprendizaje de largas listas de nombres, ríos, cadenas montañosas, países y sus capitales, tablas de multiplicar y otras. Como símbolo de todo eso ha quedado la famosa lista de los reyes gordos.

¿Por qué se empeñaban en recordar sólo a los reyes gordos y no a los bajitos o a los bisojos, por ejemplo?, he ahí un detalle que siempre me tuvo perplejo.

Supongo que tiene que ver con una especie de clasismo, algo así como que si un rey no era gordo probablemente sería un rey decadente lo que era manifestado por su delgadez. Y ya sabemos que la historia, o más bien los historiadores, siempre ha sido muy clasista, seleccionando para su relación los pasajes de la historia que convenían o más bien divertían o les parecían dignos a la aburguesada mente de los que se dedicaban a estos menesteres. A ninguno les interesaría, pensarían desde su elitista posición, la relación de los tenderos de la calle Triana, salvo -continúo yo - a los propios tenderos quizá o a sus hijos, pero los tenderos nunca tenían tiempo libre para dedicarse a la historia y los hijos, si eran hijos obedientes, tampoco lo tendrían mientras que si eran hijos díscolos se dedicarían a despilfarrar el dinero de sus padres en juergas y francachelas. Así la historia quedaba supeditada al interés de aquellos que disponían de tiempo suficiente, los cuales, dueños de su tiempo, decidían, por azarosa qué pareciera la decisión a posteriori, sobre qué centrar su atención.

Tal vez a los pobres estudiantes de entonces esta mutilación nos habrá favorecido pero si de toda aquella traumática experiencia sobrevivió el interés de alguno por la historia no podría por menos de preguntarse ¿por qué? ¿Por qué aprenderse la lista de reyes gordos y no la lista de tenderos, la lista de bomberos de la ciudad o lista de las señoritas de buena posición que acabaron de meretrices, que a los ojos de cualquiera con menos sentimiento de clase o tal vez con el mismo pero de otra clase, nos parecerían tan dignas como la de los famosos reyes?


5 comentarios:

  1. Estoy muy de acuerdo con usted, cuando no más.

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  2. Doy la cara no como otros29 de octubre de 2009, 13:17

    Está Vd., en el ámbito de la historiografía, a la altura del extraordinario científico irlandés de Selby.

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  3. Perdones, esto me da muchos problemas cuando olvido mencionar el apellido.

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  4. Doy la cara no como otros29 de octubre de 2009, 13:23

    Si quereis podeis llamarme Doy

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  5. Por favor, limítense a comentar mi post, esto no es una cafetería

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