martes, 13 de octubre de 2009

Abandononodnaba

Nunca pensé que eso me ocurriría a mí. ¿Cuánta gente ha dicho esta frase en la historia del hombre? Probablemente tantas como hombres [y mujeres] han habido. Nunca pensé que esto me ocurriría a mí. Todos nos creemos a salvo de los males habituales que cada día les ocurren a otros. Es como si cada uno de nosotros se creyera el amado de los dioses. ¿Por qué a mí? nos preguntamos. Nunca sabremos ubicarnos en medio de la masa y respondernos, porque también estamos ahí.Porque también sobre nosotros caen gotas de lluvia que no eligen sobre quién caer. Precisamente a mí. Precisamente a mí también me abandonó ella. "Con quien tanto quería". Con quien tanto creía. Sin quien nada soy capaz de imaginar. ¿y ahora qué?. No hay qué, no hay ahora. Y por supuesto no hay "y". ¿Dónde se ha ido el "y"? ¿Cuándo dejó de ser "y" y se convirtió en "..."? Iba a decir "adiós", pero no hubo adios. "Me voy". Mucho papel para tan poco mensaje. Para tan redundante mensaje que ya gritaba el vacío de las habitaciones, la desolación de los muebles, la cristalización del aire. El pájaro muerto. ¿Falta de aire o de comida?. Se fué y no hubo nada. No hubo nada. Se pregunta uno qué hubo. Uno que ya no es. No hay uno si no hay otro. Nada. Nada se pregunta nadie. Nadie queda en silencio pensando, pensando. No. Voy a esperar. Habrá de volver para saber qué ha quedado de ella aquí. Habrá de volver para saber que yo he quedado, que no puede irse toda si yo quedo aquí. Volverá, eso es seguro. Y el pájaro alzará su piquito para piar una bienvenida y el agua fresca brotará de las paredes y la madreselva crecerá cubriendo los muebles - ¿madreselva?- y el aire fluirá de nuevo y los muebles suspirarán ese aire contenido que los infla y los pone colorados de espera. Estoy sentado aquí, en la cocina porque no puedo enfrentar sus miradas. ¿Qué le voy a decir a la silla que me mira en silencio? ¿Con qué calor voy a abrazar a las sábanas de ayer? ¿qué puedo decirle al molino del cuadro súbitamente detenido? ¿Cómo enfrentar al silencio de la televisión?. La cocina respira indiferencia. El balcón mantiene su boca abierta. Yo me miro las manos. Una cucaracha se pasea por el fregadero. "Es inutil", le digo. Y mi voz rompe el aire que se quiebra en cristalitos de silencio que caen al suelo sonando como campanillas. Tengo que escribir. Tango. Un tango al aire detenido. En silencio canto un tango de silencio. "yo también".
Y me fui. Para qué cerrar la puerta. No hay nada dentro que proteger.

2 comentarios:

  1. ¿Pero estás seguro que se ha ido? ¿Por qué no vuelves a mirar entre las comillas?

    ¡Un saludo!

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  2. Sálvate quien puedas18 de octubre de 2009, 12:42

    El aire cristalizado es una imágen muy potente. Los muebles y los cuadros como culpándote. Sólo la cocina es indiferente. ¿por qué?.

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