jueves, 30 de julio de 2009

¿Elogio de la razón?

Mi personaje de cuento favorito siempre ha sido Juan Sin Miedo. Le envidio por no tener miedo, claro. En cambio le desprecio un poquito porque su falta de miedo es más bien resultado de su falta absoluta de imaginación, que es una especie de ignorancia. En realidad lo que busca Juan Sin Miedo no es tener la experiencia del miedo, es ampliar su mente estancada, cerrada sobre la pura existencia. Es decir, este hombre se aburre porque no es capaz de ver más allá de la pura existencia de las cosas. Cuando otros, caminando por un bosque, intuyen monstruos terribles, él solo experimenta el silencio y el frío. Cuando otros en una casa abandonada sienten presencias, él solo siente vacío.

Yo quiero ser un Juan Sin Miedo racional. Que sea por la razón por la cual nada me parezca temible. Porque tener miedo de cualquier cosa o circunstancia no es más que dejarse dominar por la imaginación y suspender la razón. Pero que la imaginación siga ahí llenando de presencias los vacíos y de murmullos los silencios.

La razón, que [¿casi?] nadie posee en su plenitud, es un arma imbatible, es un escudo inexpugnable y es una herramienta de infinitos usos para explorar e investigar en cualquier medio. Y es la única herramienta de validación del misterio.

El misterio es el lugar donde la razón no tiene base sobre la que sustentar sus elucubraciones. Hay quien dice que no existe, que todo misterio es desconocimiento. Y aquí volvemos de nuevo a la percepción de la realidad de Juan Sin Miedo. Si la realidad es simplemente lo material, lo que podemos razonar, si todo tiene causa y efecto, ¿no nos queda al final la misma sensación de Juan Sin Miedo? ¿todo es lo que es y nada más?

Quiero creer en los misterios, pero quiero investigarlos racionalmente hasta alcanzar ese borde y consignar que efectivamente ahí se acaba el mundo de la razón. Pero mi razón no es tan fuerte, y por las noches, cuando bajo al garaje oscuro en busca del coche, experimento ridículos escalofríos.

1 comentario:

  1. Me quedo con esa frase "Pero que la imaginación siga ahí llenando de presencias los vacíos y de murmullos los silencios."

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