miércoles, 11 de junio de 2008

Huelga de transportistas

Lo que más me sorprende, o tal vez asusta, de la huelga de transportistas es que creo que es la primera huelga verdaderamente efectiva que tiene lugar en este país desde hace muchos años, creo que la más contundente de la democracia. Un colectivo es capaz de colapsar toda una nación - y por cierto, no creo que les haga falta en absoluto lo de los piquetes.
Como en todas las huelgas, no tengo muy claro cuales son exactamente sus reivindicaciones; sinceramente, para mí que ponerse en huelga porque sube el petróleo es poco más o menos que ponerse en huelga porque hace mucho calor. Pero no es la primera vez que se les oye rezongar a los transportistas a causa de sus largas horas de trabajo y sus cada vez más reducidas ganancias.
Pero también es cierto que el asunto del petróleo hace mucho tiempo que viene avisando de que iba a estallar y todo el mundo ha preferido esperar "a que pase algo" Ahora está pasando algo y supongo que por fin se tomarán algunas medidas con respecto a consumo y las energías. Aunque dúdolo mucho, las cosas tienen que deteriorarse más aún para que salten en mil pedazos. Ahora quieren aprobar un aumento de la jornada laboral semanal porque les parece poco lo que la gente trabaja. Y ni hablar del peluquín si se pretente limitar precios y controlar el descontrolado y especulativo mercado que se autocontrola. ¡Desde luego que se auto controla, juegan con los índices de la bolsa como Charlot vestido de dictador alemán de los años treinta jugaba con una bola del mundo! Sólo que los índices de la bolsa hacen referencia a precios de cereales y otros productos básicos: que no son joyas, ni coches deportivos, ni precios de habitación en grandes hoteles de Duwait que seguro que tienen sus precios estancados desde hace décadas. "Ya no es rentable especular con joyas, se saca más con el arroz", dicen que se dice en los corrillos mafiosos de Wall Street "cuantimás hambrientos, más sube el precios, es un chollo"

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