No entiendo cómo la Iglesia no exige unos derechos sobre la Semana Santa. ¿Cómo es posible que miles de españoles que se declaran contrarios a la Santa Madre Iglesia disfruten de esos dos días de fiesta completamente injustificados en un calendario laico? Es necesario ya un censo fidedigno de creyentes adscritos a la Iglesia Católica, que serían los únicos que tendrían derecho a vacar los días de fiesta sagrados.
(Creo que ante una situación como esta toda españa a una se volvería cristiana católica apostólica y romana y estaría bien que así fuera, e incluso habría que inventar la doble creencia - algo así como la pertenencia a más de una creencia - lo que permitiría disponer también de los días sagrados de otras religiones, que junto con los días de asuntos propios y las vacaciones podrían hacer fácil mente seis meses. ¡Todo un país detenido por su religiosidad múltiple, qué sueño!)
Tienes toda la razón en este post, nunca me había parado a pensar en esa situación.
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