He dejado a George Borrow camino de León desde Valladolid. Pasó por Dueñas donde unos soldados, que resultaron gitanos, y a los que don Jorge habló en su propia lengua para que le reconocieran como uno de ellos, querían comprarle el caballo, del cual estaban muy admirados porque habían reconocido en él la raza de los granadinos.
Mientras, Chonkin tiene problemas. Un anónimo le ha denunciado como desertor. Pero Chonkin, advertido por Niura que los descubrió de camino a casa atascados en el barro, se adelantó a los que venían a detenerle incorporándose a su puesto de guardia junto al avión y recibiéndo, como haría cualquier vigía al que se le ordenase defender un puesto, a tiros a los intrusos.
Sun Wu-Kung, después de conseguir armas para su pueblo, necesitaba una para sí. Las cimitarras, los arcos, las flechas, no le complacían. Los ancianos le informaron de que bajo el mar habitaba un rey dragón que le podría sumisistrar una. Bajó y no sin cierta presión hizo que el rey de las profundidades le cediera la Vara Complaciente, una vara de hierro negro y con puntas de oro que se pliega a los deseos de su poseedor legítimo, que por misteriosas razones parece ser el mismísimo Rey Mono.
Satisfecho con su arma, exigió también un traje de soldado adecuado a su dignidad. El rey de las profundidades tuvo que invocar a sus hermanos de los otros océanos. Todos bajo el temor de provocar la ira de Wu-Kung le regalaron unos vestidos de guerra que le agradaron mucho. Con todo ello se regresó a su casa y los atemorizados reyes redactaron una protesta contra este mono Sun que osaba atemorizarlos de esa manera.
Por último parece que Jubal ha conseguido dejar perfectamente arregladas en el ámbito económico y político las cosas que atañen a Valentine Michael Smith, El hombre de Marte. Ha comprometido públicamente a Douglas en ello. Veremos cómo continúa la cosa, porque no está claro que El hombre de Marte sea tan inocente emisario como parece, si no interpreto mal un capítulo que leí más atrás en el que se sugería que los marcianos tenían alguna implicación en el origen del cinturón de asteroides que posiblemente en alguna época anterior conformó todo un planeta.
Mientras, Chonkin tiene problemas. Un anónimo le ha denunciado como desertor. Pero Chonkin, advertido por Niura que los descubrió de camino a casa atascados en el barro, se adelantó a los que venían a detenerle incorporándose a su puesto de guardia junto al avión y recibiéndo, como haría cualquier vigía al que se le ordenase defender un puesto, a tiros a los intrusos.
Sun Wu-Kung, después de conseguir armas para su pueblo, necesitaba una para sí. Las cimitarras, los arcos, las flechas, no le complacían. Los ancianos le informaron de que bajo el mar habitaba un rey dragón que le podría sumisistrar una. Bajó y no sin cierta presión hizo que el rey de las profundidades le cediera la Vara Complaciente, una vara de hierro negro y con puntas de oro que se pliega a los deseos de su poseedor legítimo, que por misteriosas razones parece ser el mismísimo Rey Mono.
Satisfecho con su arma, exigió también un traje de soldado adecuado a su dignidad. El rey de las profundidades tuvo que invocar a sus hermanos de los otros océanos. Todos bajo el temor de provocar la ira de Wu-Kung le regalaron unos vestidos de guerra que le agradaron mucho. Con todo ello se regresó a su casa y los atemorizados reyes redactaron una protesta contra este mono Sun que osaba atemorizarlos de esa manera.
Por último parece que Jubal ha conseguido dejar perfectamente arregladas en el ámbito económico y político las cosas que atañen a Valentine Michael Smith, El hombre de Marte. Ha comprometido públicamente a Douglas en ello. Veremos cómo continúa la cosa, porque no está claro que El hombre de Marte sea tan inocente emisario como parece, si no interpreto mal un capítulo que leí más atrás en el que se sugería que los marcianos tenían alguna implicación en el origen del cinturón de asteroides que posiblemente en alguna época anterior conformó todo un planeta.
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