martes, 4 de octubre de 2016

Y si vivir...

Quiero mantener, al menos, la duda de que la vida no se detiene en este mero ejercicio de supervivencia material. Que puede haber progreso. Pero, ¿qué clase de progreso?, ¿individual?
¿Y si no fuera un progreso individual, si para seguir ese proceso yo tuviera que extinguirme como yo, me seguiría interesando?
¿Y si resultase que, en efecto, hubiera tal propósito de progreso de la vida, pero ese progreso no fuera de los individuos sino de las sociedades? ¿Y si para que ese progreso fuera factible hubiera que extinguir la individualidad en cada individuo? ¿Y si las religiones orientales tuvieran razón en su insistencia en hacer desaparecer el yo o identidad personal y fundirse con eso que llaman el todo?
¿Y si las hormigas, las abejas, los bosques y selvas, paradigmas todos ellos de sistemas organizados y equilibrados, y sobre todo desindividualizados, estuvieran, en ese hipotético progreso de la vida, mucho más avanzados que nosotros?
¿Está progresando verdaderamente nuestra sociedad humana? ¿A tener móviles y conocer cada vez más profundamente el átomo, planear poblar otros planetas, que todo el mundo tenga un automóvil, la televisión, internet, pero las guerras de religión, la destrucción de los bosques y selvas para plantar vacas o forraje para combustible ecológico, la destrucción del suelo para extraer petróleo, la contaminación multada ridículamente en comparación con los beneficios, el interés bancario, la especulación monetaria (sin inversión productiva), etc, etc, etc..., le podemos llamar progreso?
Yo percibo todo esto, simplemente, como un complicadísimo ejercicio de supervivencia. No hay nada ahí que no tenga que ver con el miedo a morir,  no a la muerte, sino a morir, a simplemente dejar de vivir, pero no a progresar en la vida. Pero no a comprender. Simplemente a soslayar el absurdo del hecho de vivir. Vivimos. Y hay que llenar el tiempo mientras eso ocurre. Y ya está.
¿Es solo eso? Como digo, me gusta mantener la duda.

1 comentario:

  1. Pues nadie puso un comentario a este texto esencial sobre la existencia. En cambio les dices, ¡hala, a la calle, a independizarnos!, y ahí que van todos.

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