La Cospedal dirigía un carro tirado por unos bueyes sumisos bajo un pesado yugo. El carro portaba una caterva de empresarios con los ojos enrojecidos de avaricia sacudiendo nerviosamente garrotes y látigos, y la Cospedal arengaba a los rezongones bueyes: “no es el momento de ni manifestaciones ni de huelgas generales. No es el momento de que España tenga una pérdida económica importante por la huelga general. Bastante mal estamos”
Cada vez que recuerdo las declaraciones de esta cenutria y otros como ella me lleno de ira.
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