martes, 28 de febrero de 2012

De El anillo del nibelungo – El oro del Rhin

-Ahora, ese perverso de Alberico me tiene encadenado. Con astucia dabólica robó el oro y con él se forjó un anillo, cuyo poder admiramos. En otros tiempos forjábamos y laborábamos sin cuidados, riendo alegremente en medio de esa tarea liviana, adornos y joyas para nuestras mujeres. Ahora, trabajamos arrastrándonos por las peñas solo para acumular inmensos tesoros; con el anillo mágico acierta a descubrir el sitio donde está escondido el oro. Trabajamos entre las rocas para extraerlo; lo fundimos y labramos joyas magníficas, todas para ese malvado dueño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario