martes, 8 de junio de 2010

Al tercer día

-¿Tú crees que era esto a lo que se refería, Pedro?
-Lo dijo muy claro: "quien come mi carne y bebe mi sangre, vivirá para siempre". Dudas, Tomás.
-No, pero... él, a veces, hablaba en parábolas…
-¿Parábolas, eso que es?... ¿Qué pasa, María?
-¡Se han llevado a Jesús del Sepulcro!

4 comentarios:

  1. Mi anticatolicismo declarado se regocija ante esta insinuación del canibalismo que subyace en el origen de la eucaristia.

    :D :D :D

    ResponderEliminar
  2. Siempre me ha extrañado no haber leído nunca acerca de las evidentes alusiones que existen en los cuatro evangelios (mateo, marcos y lucas apenas dicen "este es mi cuerpo", juan es desagradablemente más explícito) Y me gustaría conocer su origen

    ResponderEliminar
  3. Por menos de esto se montaba un auto de fe como Dios manda y se limpiaba de herejes el reino.

    ResponderEliminar
  4. Mis quince minutos de fama, serían... después sólo ceniza.

    ResponderEliminar