jueves, 16 de julio de 2009

Epílogo

Volví a verla en mayo del año pasado. Estaba gorda, y no me reconoció. Me alegré.

6 comentarios:

  1. Yo también vi a la mía. Después de casi 10 años. Su aspecto era exactamente el mismo. Me escondí porque he perdido pelo y me ha salido una tripilla cervecera...además ya no sonrío tanto ni con ganas...en fin... que preferí que no me viera aunque desde luego, ya nada es igual, por desgracia o por fortuna.

    ResponderEliminar
  2. Pero...no te reconocí, porque estabas calvo y lo de tu barriga cervecera era tonel de los gordos y...te miento, sí, te reconocí, estabas igual de feo y con cara de amargado, pasaste de largo. Lo agradecí.

    ResponderEliminar
  3. Eso supuse que pensarías, y no quise darte la razón con diez años de retraso

    ResponderEliminar
  4. Desde mayo...ya ha pasado más de un año; si me vieras ahora... he adelgazado. Nunca es tarde para darme la razón, gracias. Por cierto:¿Sigues amargado?

    ResponderEliminar
  5. ¿Amargado? Si te refieres a mis delirios poéticos. No hablan de mí sino de un hipotético ser, un personaje.
    No soy yo quien digo ser, siempre soy otro.

    ResponderEliminar
  6. "El poeta es un fingidor. Finge tan completamente que hasta finge que es dolor el dolor que de veras siente. Y quienes leen lo que escribe, sienten, en el dolor leído, no los dos que el poeta vive sino aquél que no han tenido." F.Pessoa

    ( eso lo doy por supuesto, yo tampoco soy la gorda)

    Besos capi...

    ResponderEliminar