viernes, 2 de diciembre de 2016

Movimiento Browniano

 La Alemania de Hitler siempre ha sido denostada como el ejemplo de lo peor que puede llegar a hacer el Ser Humano – en particular El Hombre, que es el que actúa. Tal vez La Mujer le apoya, pero el que toma decisiones, mata, destruye, descuartiza, somete, … es el hombre – Y, sin embargo, nunca resaltamos lo suficiente que también es un magnífico ejemplo de todo lo que puede llegar a hacer La Humanidad si todas las voluntades se aúnan en un mismo objetivo o propósito.

El problema es conseguir que ese objetivo común no sea matar al prójimo – o cualquier otro que tenga como consecuencia directa matar al prójimo, que en realidad no creo que sea nunca el objetivo principal. De hecho, lo que creo es que para el Ser Humano, particularmente demostrado por el género masculino de esta especie, el detalle de que el obstáculo para alcanzar el objeto de su ansia, generalmente inmediata, sea otro Ser Humano, no le disuade en absoluto que intentar procurárselo, al menos no por el hecho de que sea un congénere, en todo caso por la dificultad que pueda entrañar superarlo –.

Lo frustrante es observar la facilidad con que cualquier cabroncete consigue aunar voluntades en torno a su inicua causa y, en cambio, un fulano con un mínimo de honestidad que pretenda reunir adeptos a una empresa mínimamente virtuosa recibe una barahunda de críticas de diestro y siniestro que en la mayoría de los casos consiguen derribarlo; porque, por lo general, las buenas voluntades vienen desarmadas y en cambio las malas voluntadas llegan vestidas de armadura.

Además de que, por alguna extraña razón inherente a nuestra especie, declararse malvado provoca más adhesiones que declararse bondadoso. (Ha de ser que, si, en el primer caso, el declarante resulta mentir, no tenemos nada que temer, pues, además de ya estar en guardia por su declaración, al final no tendremos que defendernos de ninguna agresión. En cambio el que se declara inocente puede provocar que bajemos la guardia, por lo que, si resulta que ha mentido, nos pilla desprevenidos).

Pero, la idea que quería expresar es que está claro que nos es posible, a La Humanidad, emprender grandes cambios que transformen nuestro modo de vida radicalmente en un tiempo lo suficientemente corto como para que los que inician el proceso puedan llegar a ver resultados. Pero para eso debemos aunar voluntades en un único y mismo sentido, y no que cada uno tire para su lado convencido de que esa es la buena dirección solo porque es la suya y que, evidentemente, la dirección contraria de los otros solo puede estar motivada por su mala voluntad. 

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